Es una experiencia directa, aunque de explicación poco intuitiva, que el sol calienta menos cuanto más se aleja del cenit, ya sea durante el día, o bien a través de las estaciones del año. Entre las diversas causas, la de mayor incidencia es la altura del Sol sobre el horizonte o lo que es equivalente, el valor del ángulo que forma el segmento distancia a dicho astro con la semirrecta que apunta hacia el cenit. Esta variación hace que la misma cantidad de radiación o energía emitida incida sobre una distinta cantidad de superficie. Dos formas de ver el fenómeno: